Irlanda es un destino que parece sacado de un cuento, perfecto para explorar a bordo de una furgoneta. Con su clima oceánico, sus paisajes vibrantes y su rica herencia cultural, recorrer la isla en autocaravana te permitirá sumergirte en todo lo que ofrece este mágico lugar. Desde los verdes campos de los parques nacionales hasta los imponentes acantilados del Atlántico, cada rincón cuenta con su propia historia y leyenda. Imagínate despertando junto a un lago cristalino, rodeado de montañas cubiertas de niebla, o estacionando frente a un castillo medieval donde las antiguas tradiciones cobran vida. 

Además, el clima de Irlanda, aunque a menudo lluvioso, transforma el paisaje, dándole un aire misterioso, especialmente durante el otoño, cuando los colores cambian y el ambiente se llena de un encanto especial. Si bien los meses perfectos para viajar son entre mayo y agosto, la isla tiene su propia magia durante todo el año, desde los días lluviosos de invierno hasta los atardeceres del verano. En este itinerario te llevamos a conocer 5 lugares imprescindibles que no solo te sorprenderán por su belleza natural, sino también por las historias que esconden. ¡Es hora de emprender la aventura irlandesa!

Islas de Aran

Arana

Las Islas Aran, situadas en la desembocadura de la bahía de Galway, son tres: Inishmore, Inishmaan e Inisheer. Inishmore, la mayor de las islas, es famosa por su impresionante fortaleza Dún Aonghasa, un antiguo fuerte de la Edad del Hierro que se alza sobre los acantilados con vistas al mar. A pocos minutos, se encuentran las ruinas de Teampall Chiaráin, una iglesia del siglo XII que cuenta con una historia fascinante. En el camino hacia la costa, no te puedes perder la playa de Kilmurvy, una de las principales de las islas.

Las Islas Aran también son el hogar de varios fuertes y monumentos prehistóricos, como Dún Dúchathair y Dún Eoghanachta, que reflejan la historia antigua de la región. El recinto monástico de Na Seacht dTeampaill, conocido como las siete iglesias, ofrece una mirada profunda a la espiritualidad medieval irlandesa. Recorrer las Islas Aran en furgoneta es una experiencia enriquecedora, donde cada parada es un viaje atrás en el tiempo.

Condado de Wicklow

Wicklow

El condado de Wicklow, conocido como «el Jardín de Irlanda», lo podemos encontrar en la costa medio-oriental de Irlanda, al sur de Dublín. Su capital, Wicklow, es una pequeña ciudad de 10,600 habitantes, pero son otras localidades costeras como Bray y Greystones las que atraen más visitantes. El Parque Nacional de las Montañas de Wicklow, con su punto más alto en el Log na Coille, es un paraíso para los excursionistas. Con rutas que atraviesan bosques, valles y picos montañosos, es un lugar perfecto para desconectar. 

Además, la famosa cascada Powerscourt, la más alta de Irlanda con 121 metros, es uno de los mayores atractivos del condado. En la región también se encuentra el pintoresco pueblo de Glendalough, conocido por su monasterio medieval y sus paisajes de ensueño. Los lagos Blessington, rodeados de montañas, ofrecen un ambiente sereno y espectacular para disfrutar de actividades al aire libre. Si viajas en furgoneta, el condado de Wicklow te permitirá explorar a tu propio ritmo, sumergiéndote en la tranquilidad de sus paisajes y en la historia que aún conserva. Ve todo paso a paso.

Anillo de Kerry

Anillo De Kerry

El Anillo de Kerry, uno de los circuitos más emblemáticos de Irlanda, recorre 170 km de carreteras en el suroeste del país, rodeando la península de Iveragh. Comenzando y terminando en Killarney, el recorrido pasa por algunos de los paisajes más impresionantes de Irlanda, bordeando los lagos de Killarney y el Parque Nacional de Killarney. El Anillo de Kerry es perfecto para explorar en furgoneta, ya que ofrece la flexibilidad de detenerse en puntos clave a lo largo del trayecto.

Algunos de los atractivos más destacados incluyen Muckross House, una majestuosa mansión cercana a Killarney, el fuerte de Staigue, y Derrynane House, la casa natal de Daniel O’Connell. Waterville, un pintoresco pueblo costero, es famoso por haber sido uno de los destinos veraniegos de Charles Chaplin, y aún hoy en día se puede ver una estatua en su honor.

El circuito también ofrece vistas espectaculares desde Ladies View, que cautivaron a la reina Victoria, y la oportunidad de explorar el Castillo de Ross y sus alrededores. Además de recorrer el circuito en furgoneta, puedes optar por aventuras más activas, como rutas en bicicleta, caminatas o incluso combinadas con excursiones en barco.

Acantilados de Moher

Moher

Ubicados en el límite de la región de El Burren, famosa por su paisaje rocoso, estos acantilados se elevan 120 metros sobre el océano Atlántico y se extienden a lo largo de 8 kilómetros. El punto más alto alcanza los 214 metros, ofreciendo vistas espectaculares del océano y las islas Aran, así como de la bahía de Galway y las montañas Maumturk al fondo. El nombre de los acantilados proviene de las ruinas del fuerte Mothar, que fue demolido en las guerras napoleónicas y reemplazado por la Torre de O’Brien, un mirador construido en 1835 por Sir Cornellius O’Brien.

Los acantilados son una de las estructuras rocosas más antiguas de Irlanda, con una formación geológica que data de hace unos 300 millones de años. La zona es un destino turístico muy popular, por lo que cuenta con un centro de visitantes y estacionamiento, además de un sendero que recorre su longitud, permitiendo a los viajeros disfrutar de las impresionantes vistas. Aunque los acantilados per se son cerrados al turismo debido a problemas de seguridad, siguen siendo un atractivo imprescindible para quienes visitan Irlanda.

Waterford

Waterford

Fundada por los vikingos en el siglo IX, Waterford es la ciudad más antigua de Irlanda. Su fascinante patrimonio se puede explorar a través de monumentos como la Torre Reginald, que data del siglo XII, y el Museo de Waterford, que alberga una impresionante colección de artefactos históricos. El casco antiguo de la ciudad es una joya, con sus estrechas calles empedradas y coloridas fachadas que evocan siglos de historia.

Uno de los mayores atractivos de Waterford es su tradición en la fabricación de cristal, conocida mundialmente por la calidad y elegancia de sus piezas. La fábrica de cristal Waterford, fundada en 1783, sigue siendo un importante emblema de la ciudad, donde los visitantes pueden aprender sobre el arte del cristal y observar el proceso de fabricación.

El paseo marítimo y el puerto de Waterford son ideales para dar un tranquilo paseo, disfrutando de las vistas panorámicas del río Suir. Además, en sus alrededores se pueden explorar hermosos paisajes naturales y costeros, perfectos para quienes viajan en furgoneta. Durante todo el año, Waterford también alberga diversos festivales, como el famoso Waterford Harvest Festival.