Un trayecto en furgoneta por carretera es una experiencia práctica y versátil, ya sea para trabajar, viajar o hacer una escapada en camper por unos días. Sin embargo, como en cualquier trayecto en vehículo, siempre existe la posibilidad de sufrir un accidente. Por ello, estar preparado para este tipo de situaciones es fundamental, ya que una reacción rápida y adecuada puede marcar la diferencia en la seguridad propia, de los acompañantes y del resto de conductores.
Los accidentes generan nerviosismo y, en muchos casos, una falta de claridad sobre los pasos que deben seguirse. La buena noticia es que existe un protocolo sencillo que ayuda a mantener la calma y garantizar que todo se maneje de la mejor manera posible. Este protocolo, conocido como PAS (Proteger, Avisar y Socorrer), es la base de toda actuación en carretera y resulta especialmente útil para quienes viajan en vehículos grandes como las furgonetas.

A continuación, vamos a mostrar una guía rápida con los pasos esenciales a seguir en caso de accidente con tu furgoneta. Para ello, hablaremos de la primera reacción en el lugar del siniestro, la ayuda, la gestión de la documentación con el seguro y la posible necesidad de requerir abogados indemnizaciones accidentes. Este artículo está pensado para que tener claro qué hacer en cada momento y poder enfrentarse a una situación complicada con mayor tranquilidad y eficacia.
Proteger – Asegurar la zona del accidente
El primer paso tras un accidente es proteger la zona. Esto significa que lo más importante es evitar que se produzcan más riesgos o accidentes secundarios. Para ello, lo primero que hacer es detener la furgoneta en un lugar seguro, siempre que sea posible, y encender las luces de emergencia. Se deben colocar los triángulos o, en su defecto, las luces V16 homologadas, siendo una obligación que permite advertir a otros conductores de la situación.
Una vez señalizada la zona, es importante comprobar el estado personal y el de los pasajeros. Si alguien se encuentra herido, no hay que intentar moverlo a menos que exista un riesgo inminente, como fuego o peligro de explosión. En cualquier caso, mantener la calma y evaluar la situación permitirá actuar de forma más segura. También es recomendable usar el chaleco reflectante antes de salir del vehículo, especialmente si el accidente ocurre de noche o en tramos con poca visibilidad, ya que la seguridad personal es prioritaria.
Avisar – Contactar con los servicios de emergencia
El segundo paso del protocolo PAS consiste en avisar a los servicios de emergencia. Llamar al 112 es esencial para que acuda la ayuda necesaria, ya sean ambulancias, bomberos o la Guardia Civil de Tráfico. Al llamar, se debe proporcionar información clara sobre el lugar exacto del accidente, el número de vehículos implicados, el estado de los heridos y cualquier riesgo adicional, como derrames de combustible, daños en la vía pública, etc.
En estos casos, es importante mantener la calma durante la llamada y responder con precisión a las preguntas que hagan los operadores. Cuanta más información se aporte, mejor podrán organizar la asistencia en carretera. Además, avisar no solo garantiza la llegada de los servicios médicos, sino también de las fuerzas de seguridad, que se encargarán de controlar el tráfico y elaborar el atestado.
En caso de accidentes leves sin heridos, sigue siendo recomendable informar a la autoridad competente, especialmente si hay daños materiales o si se necesita regular la circulación. Este paso asegura que la situación quede documentada y gestionada de manera correcta.
Socorrer – Ayuda básica a los heridos
El último paso del protocolo PAS es socorrer. Una vez protegida la zona y avisados los servicios de emergencia, se puede prestar ayuda básica a los heridos, siempre dentro de las posibilidades y conocimientos. Lo más importante es no poner en riesgo la seguridad propia ni la de los demás.
Si alguna persona presenta heridas leves, es posible asistirla con primeros auxilios básicos, como aplicar presión sobre una herida sangrante o mantenerla en una posición cómoda. En caso de pérdida de conocimiento, hay que asegurarse de que la vía respiratoria esté despejada, pero evitar movimientos bruscos que puedan empeorar posibles lesiones internas.
En situaciones graves, la mejor ayuda que se puede ofrecer es acompañar a los heridos y tranquilizarlos hasta que lleguen los profesionales. Muchas veces, el simple hecho de transmitir calma es suficiente para mejorar el estado de quienes están en shock.
Documentación, seguro e indemnización tras el accidente
Una vez que la situación de emergencia esté controlada, llega el momento de gestionar la documentación. En este momento es fundamental cumplimentar el parte amistoso de accidente si hay otro vehículo implicado. Este documento, firmado por ambas partes, recoge toda la información como datos personales, matrícula, compañía de seguros, descripción del siniestro y daños visibles.
En caso de que no sea posible el acuerdo entre las partes, se debe esperar la intervención de la autoridad para que el atestado sirva como referencia en el proceso. En estos casos, es recomendable hacer fotografías del lugar del accidente, de los daños en la furgoneta y de cualquier señal de tráfico que pueda haber influido en el siniestro. Estas pruebas pueden ser de gran utilidad en la resolución posterior con la aseguradora.
Tras esto, se debe contactar lo antes posible con la compañía de seguros para informar del accidente. Muchas aseguradoras ofrecen asistencia en carretera y servicios de grúa, lo que facilitará la retirada del vehículo si no puede circular. Asimismo, también es importante contactar con asesoría legal, en caso de ser necesario solicitar una indemnización por accidente de tráfico.