Viajar en furgoneta desde España hasta Francia es una experiencia que ofrece una mayor libertad de explorar el país vecino. Este tipo de viaje permite descubrir paisajes impresionantes, encantadores pueblos y lugares históricos sin las limitaciones de horarios o itinerarios rígidos. Además, es perfecto para quienes buscan conectar con la naturaleza y disfrutar de la carretera.
Francia es un destino perfecto para un roadtrip en furgoneta en familia, con amigos o en pareja. Sus carreteras, sus áreas de descanso diseñadas para autocaravanas y su gran variedad de paisajes hacen que sea un país amigable para los viajeros en este tipo de vehículo. No obstante, un viaje de calidad requiere una planificación adecuada y algunos consejos clave. En este contexto, realizar algunas clases de francés en Superprof es una manera perfecta para aprender los conceptos básicos para desenvolverse en el país. Del mismo modo, también se pueden encontrar profesores para perfeccionar el idioma en caso de querer mejorar su dominio. A continuación, exploraremos los aspectos más importantes a tener en cuenta para que el viaje en furgoneta de España a Francia sea una experiencia inolvidable.
Preparar la furgoneta para el viaje

Antes de emprender cualquier roadtrip, especialmente uno que implique cruzar fronteras, es fundamental asegurarse de que la furgoneta está en perfecto estado. Por tanto, realizar una revisión mecánica completa en la que comprobar frenos, neumáticos, luces y niveles de aceite y líquido refrigerante es vital. Esto reducirá las probabilidades de enfrentarte a imprevistos mecánicos durante el trayecto.
Además, hay que asegurarse también de que el vehículo cuenta con todo el equipamiento necesario para circular. En Francia, es obligatorio llevar chalecos reflectantes, triángulos de emergencia y un alcoholímetro. Además, si se planea viajar en invierno, hay que considerar llevar cadenas para nieve, ya que algunas rutas pueden requerirlas. Del mismo modo, se debe organizar el espacio interior de la furgoneta de manera eficiente, debido a que un espacio bien organizado hará que el viaje sea más cómodo y placentero.
Informarse sobre las normativas y peajes franceses
Francia tiene normativas específicas para los conductores, especialmente para quienes viajan en furgoneta. En este sentido, hay que conocer los límites de velocidad de las diferentes carreteras. Además, se deben respetar las restricciones de circulación para vehículos pesados en algunas zonas urbanas.
Los peajes en Francia pueden ser un gasto significativo. Muchas autopistas son de pago, y los precios varían según la distancia y el tipo de vehículo. Por tanto, se recomienda consultar información sobre las tarifas, considerando utilizar aplicaciones que calculen los costes de los peajes. Asimismo, también existe la opción de buscar por rutas alternativas gratuitas, aunque puedan ser más lentas.
Por otro lado, se debe tener en cuenta que algunas ciudades como París, Lyon y Grenoble tienen zonas de bajas emisiones donde es obligatorio tener una etiqueta medioambiental. Por ello, antes de entrar en estas áreas hay que contar con la pegatina para evitar multas.
Planificar las paradas y las zonas de descanso

Viajar en furgoneta no significa que se tenga que improvisar todo el tiempo. Por tanto, planificar paradas y zonas de descanso es clave para garantizar un viaje cómodo y seguro. Este país cuenta con una excelente red de áreas de descanso en autopistas (aires de service), muchas de las cuales están equipadas con servicios para autocaravanas.
Si se prefiere una experiencia más cercana a la naturaleza, se deben buscar campings o áreas específicas para furgonetas y autocaravanas en las que pernoctar. Para ello, hay aplicaciones y sitios web que ayudan a localizar lugares adecuados para descansar, ya sean campings oficiales, zonas de estacionamiento gratuito, etc. Asimismo, se debe evitar dormir en lugares no autorizados, ya que se podría tener que hacer frente a una sanción.
Llevar comida y aprovechar la gastronomía francesa
Viajar en furgoneta da la ventaja de llevar comida, lo que puede ayudar a ahorrar dinero y mantener una dieta equilibrada durante el trayecto. Se recomienda llevar alimentos no perecederos, snacks y utensilios de cocina básicos para preparar las comidas de manera sencilla.
Sin embargo, no hay que dejar de disfrutar de la gastronomía francesa. Francia es famosa por su comida, teniendo cada región sus especialidades. De esta forma, se pueden degustar croissants en una panadería local, un delicioso queso de Normandía o un vino de Burdeos. En este sentido, visitar viñedos franceses es una experiencia perfecto que hacer en cualquiera de las regiones vinícolas de Francia, ya sea Burdeos, Champagne, el valle de Ródano, Borgoña, Alsacia o Cognac.